UMSA

A pesar del deceso de un estudiante, la UMSA se niega a suspender la Entrada Universitaria

Pese a los pedidos de suspender el evento en memoria del estudiante apuñalado durante la pre entrada del fin de semana pasado, la UMSA se niega a suspender la Entrada Folclórica Universitaria prevista para este sábado 22 de octubre. Días antes de la pre entrada, el rector Oscar Heredia había anunciado controles para “evitar el consumo de bebidas alcohólicas”. Las fraternidades únicamente deberán llevar un crespón negro como símbolo de duelo.

El Honorable Consejo Universitario de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) confirmó la realización de la Entrada Universitaria, programada para este sábado 22 de octubre, a pesar del fallecimiento de un estudiante tras la preentrada en La Paz.

“La entrada no se va a suspender, se va a realizar conforme a lo programado, llevando como consigna un crespón negro en señal de duelo”, informó Marco Velasco, secretario general de esa casa de estudios superiores.

La Facultad de Arquitectura pidió suspender la Entrada por el homicidio de uno de sus estudiantes, que fue apuñalado luego de la preentrada del domingo, cuando asistió a la fiesta de una fraternidad.

Al respecto, Velasco señaló que la UMSA “expresa su solidaridad y con profundo pesar se adhiere al dolor de la familia del estudiante fallecido dándole todo el apoyo (…) En particular, en temas relacionados a coadyuvar con la investigación, el apoyo jurídico necesario y exhortamos a que el caso sea resuelto en su totalidad”.

Asimismo, el Secretario General de la UMSA sostuvo que en el futuro se tomarán las medidas necesarias “pensando y asumiendo que este es un tema fundamentalmente cultural”.

“Es un tema de tradiciones y de revalorización. Ese es el objetivo final de esta entrada (…) Los efectos colaterales que pueda haber escapan, en muchos casos, a la voluntad de esta unidad académica”, acotó en la conferencia de prensa

Corrupción en la UMSA: Quelali ejerce como dirigente desde la cárcel y Heredia persigue a otros 7 estudiantes

A 11 meses del inicio de las protestas estudiantiles contra la corrupción en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), poco ha cambiado. Autoridades universitarias denuncian que el veterano dirigente de la FUL, Alvaro Quelali, continúa ejerciendo el cargo desde el penal de San Pedro. Mientras tanto, el Rector Oscar Heredia sostiene procesos penales contra 7 estudiantes y defiende la expulsión de la líder del movimiento anticorrupción, Karen Kelly Apaza. La Vicerrectora María Eugenia García y más de 6 facultades se pronunciaron en rechazo a la persecución.

A pesar de la indignación generada por el destape de la la red de corrupción liderada por el Secretario Ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL), Álvaro Quelali, y su apresamiento a mediados de septiembre, se denunció que el mismo continúa ejerciendo el cargo y acreditando desde la cárcel a los centros de estudiantes afines a su red de corrupción.

En la correspondencia del Honorable Consejo Facultativo de la Facultad de Tecnología, consta una nota firmada por Álvaro Quelali Calle, solicitando la “acreditación del universitario Erick Marcelo Aliaga García, en el cargo de segundo secretario ejecutivo del Centro de Estudiantes de la Facultad de Tecnología”.

Por otra parte, el rector Oscar Heredia admitió que mantiene dos procesos en la vía penal contra siete estudiantes que denunciaron la corrupción en las protestas de noviembre de 2021. En declaraciones a la prensa, Heredia declaró que cree que es su “obligación” seguir estos procesos, a pesar que tras 11 meses del inicio de las protestas, no existen pruebas en contra de los estudiantes, según denunció el estudiante René Rivera, uno de los 7 perseguidos.

Respecto al primer caso, Heredia cree que los estudiantes habrían roto vidrios y un puesto de seguridad el 9 de noviembre de 2021, cuando según él, “un grupo de estudiantes ingresaron a las dos de la mañana a la universidad y la Policía los encontró provocando daños”. Sin embargo, el universitario René Rivera declara que aún no existen pruebas en su contra.

Durante todo el mes de noviembre pasado, los universitarios protestaron contra los actos de corrupción de la FUL de Alvaro Quelali. El 21 de noviembre tomaron el Monoblock. En esa protesta, la estudiante Karen Kelly Apaza fue denunciada por una supuesta patada al rector, excusa que Heredia defiende para la expulsión a nivel nacional de la estudiante que encabezó las protestas.

En el segundo proceso penal, Heredia denunció a cuatro estudiantes ante la Fiscalía al considerarse “agredido y amenazado” por estos estudiantes el 15 de diciembre mientras iba del Monoblock al canal 13 (Av. 6 de Agosto). Según la asesora jurídica de la UMSA, Lourdes Alba Balboa, esta habría sido la razón por la que la máxima autoridad presentó la querella por el delito de coacción, a pesar que tampoco existen grabaciones o pruebas de las agresiones. Heredia aseguró que si los tres estudiantes quieren, “pueden venir a conciliar”. “Los esperamos a que vengan”, dijo.

El estudiante Sandro H., denunciado por el segundo caso, dijo que nunca agredió al rector, y que sólo fueron varios estudiantes con letreros exigiendo auditoría. María V. C., otra de las denunciadas, afirmó que nunca la notificaron. El estudiante René Rivera explica que no tienen dinero para pagar abogados, mientras el Rector Heredia cuenta con toda la unidad de Asesoría Jurídica de la UMSA.

Los tres universitarios se sienten víctimas de la persecución por denunciar los actos de corrupción de Álvaro Quelali. A pesar de los cuestionamientos, el rector defiende las acciones contra los universitarios y considera que “son acciones que contribuyen a preservar el principio de autoridad”, y que “enseñarán a los estudiantes a respetar la universidad”, según declaraciones en diferentes medios de comunicación.

Venganza: Rector Heredia expulsa a universitaria que denunció a Álvaro Quelali

Una semana después de la aprehensión del veterano dirigente de la FUL UMSA, Álvaro Quelali, se conoce de la expulsión de la estudiante Karen Kelly Apaza Coaquira, principal denunciante en el proceso judicial contra Quelali y otros dirigentes universitarios. Activistas de derechos humanos ven en estos hechos un flagrante acto de represalia y violencia política en razón de género. Heredia figura como denunciante en un proceso universitario por una supuesta patada de parte de la estudiante Apaza.

Mediante Resolución del Honorable Consejo Universitario de la UMSA, se expulsa a la estudiante Karen Kelly Apaza, quien presentó la denuncia por enriquecimiento ilícito, corrupción y usurpación de funciones, en contra del dirigente de la Federación Universitaria Local (FUL), Álvaro Quelali. La semana pasada, el proceso penal derivó en el encarcelamiento del dirigente.

La estudiante denunció que el proceso instaurado en su contra por el rector Heredia está viciado de nulidad al ser el rector el denunciante y al mismo tiempo cumplir la funciones de presidente del Consejo Universitario. Otro de los vicios del proceso es la inusitada velocidad del mismo, que fue utilizado todo este tiempo en su contra para acallarla y forzarla a que retire la denuncia penal contra Álvaro Quelali. Sin embargo, los procesos universitarios contra docentes acosadores y violadores permanecen estancados durante años enteros.

Acto de represalia

Tras conocerse la decisión del Rector, organizaciones estudiantiles y de derechos humanos se han pronunciado a favor de la estudiante Apaza. Consideran éste como un caso de represalia por haber denunciado a un poderoso dirigente universitario, cuyos actos de corrupción llevaban años preocupando a toda la comunidad universitaria.

Los hechos del dirigente Álvaro Quelali como el disponer de recursos universitarios en favor de su hermano, usurpar funciones y desviar fondos de la universidad en su beneficio, son acciones delicadas que no hubieran podido llevarse a cabo sin la complicidad o por lo menos el conocimiento del Rector. Por lo tanto, el proceso penal contra Quelali podría salpicar tarde o temprano a los rectores Waldo Albarracín y Óscar Heredia.

La expulsión de los estudiantes que denuncian a Quelali puede ser vista como un flagrante acto de violencia y acoso político en razón de género en contra de la universitaria Karen Kelly Apaza.

La expulsión de Apaza y otros universitarios se sustenta en un proceso universitario por la toma del Monoblock ocurrida el año pasado, en rechazo a los actos de corrupción de Álvaro Quelali, que también salpican al rectorado.

Resultado de estos hechos, el rector Oscar Heredia inició un proceso contra la estudiante Apaza, supuestamente por haber recibido una patada de la estudiante universitaria.

Apaza actuó en protección de ella y sus compañeras, quienes tienen días de impedimento por los incidentes ocurridos durante una protesta pacífica en contra de la corrupción. Además de Apaza, otro estudiante fue expulsado y otros tres tienen suspensión de tres años.

Apaza mencionó que los estudiantes sancionados estaban por titularse. “Estoy en el octavo semestre de ingeniería petroquímica y varios están en noveno, ya están por terminar su perfil simplemente queríamos ya irnos de la universidad a trabajar”, lamentó.

Anunció que apelarán esta decisión ante todas las instancias y que se declararán en huelga de hambre de ser necesario.

Karen Apaza fue la estudiante que presentó la denuncia penal contra Quelali, debido a las irregularidades como favorecer a su hermano con viajes como si fuese estudiante destacado aunque tiene más de un centenar de aplazos. El dirigente está detenido preventivamente por ese caso.