Opinión

Análisis, opinión y más

Reflexiones sobre las reservas en oro

La Paz, 26 de septiembre de 2022.- La discusión sobre la capacidad de monetización del oro por parte del Banco Central de Bolivia (BCB) es un tema que generó una serie de opiniones desde diferentes ángulos en estos días; sin embargo, poco se sabe sobre las mismas. Para comprender en facilito, el oro es un bien o activo de refugio, es decir, se recurre a este metal como medida de protección en un contexto económico de incertidumbre, sobre todo si las divisas pierden capacidad adquisitiva, de ahí que el oro cumple por excelencia la función de reserva de valor, semejante situación ocurre con el oro que forma parte de las Reservas Internacionales (RIN).

Pero las RIN del BCB no solo se encuentran conformadas por oro, sino también por divisas, entonces, ¿de qué depende su composición?, depende de varios criterios, entre ellos la rentabilidad, las necesidades de liquidez, el tamaño de la economía, el comercio internacional, el grado de precaución mencionado anteriormente, etc.

¿Quién debe definir los anteriores criterios? La Constitución Política del Estado señala en su artículo 328 que la administración de las Reservas Internacionales es atribución fundamental del BCB; en ese sentido, el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las RIN tiene por objeto ampliar la capacidad administrativa del BCB en relación a las operaciones con el oro (compra y venta), medida oportuna e importante, más aún en un contexto de incertidumbre mundial, donde existen presiones inflacionarias, tensión geopolítica y continuos efectos de la pandemia del coronavirus y otros.

La importancia de la normativa es mayor si se analiza las cifras; según datos de Trading Economics (página especializada en el monitoreo de reservas en oro), a junio de 2022, Bolivia cuenta con 42,5 toneladas en reservas de oro, muy por encima de países como Perú (34,7 toneladas), Ecuador (33,8 toneladas), Paraguay (8,2 toneladas) y Colombia (4,7 toneladas), solo por debajo de países como Brasil (130 toneladas) y Argentina (61,7 toneladas). Por otro lado, en cuanto al porcentaje del oro en las RIN, Bolivia es el número 1 en América del Sur con el 56% (más de la mitad); por tanto, ampliar la capacidad administrativa en relación a la compra y venta del oro previa evaluación de la coyuntura permitirá fortalecer las RIN.

Asimismo, contar con un instrumento normativo apropiado podría haber evitado la disminución de las reservas entre marzo y julio de 2022, por el efecto de la disminución de los precios de este mineral y hubiera permitido realizar intercambios oportunos en otros activos.

Considerar a esta facultad como innecesaria y/o perjudicial es impedir el fortalecimiento de nuestras reservas, privándole al pueblo boliviano atesorar de la mejor manera sus recursos.

POR JUAN SUNTURA RAMOS

Recetas del FMI, los cantos de sirena que llevan a la crisis económica

Un recorrido por la historia reciente de la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en diversos países, muestra que ninguna economía ha logrado crecimiento y estabilidad económica siguiendo las recetas que emite este organismo internacional.

A tiempo de presentar una nueva versión de la consulta del Artículo IV, el FMI ha aprovechado de recomendar por enésima vez la aplicación de las mismas recetas de política neoliberal que viene promoviendo hace dos décadas: reducción de subsidios, devaluación, impuestos a la renta, entre otros. Sin embargo, a nivel internacional es bien sabido que las recetas del FMI (al igual que los cantos de sirena de la leyenda griega), son un camino a la perdición.

Hablando de los cantos de sirena de la Odisea de Homero, la propia Grecia cayó víctima de las recetas del FMI en la peor crisis de su historia en 2011; ya en la región, Argentina aplicó paquetes de medidas neoliberales auspiciadas por el FMI en 2001 con De la Rúa y 2017 con Macri, derivando en ambos casos en profundas crisis caracterizadas por el aumento de la pobreza y el desempleo, devaluación del peso e inflación. Similar situación vive Ecuador, que en 2018 abrió sus puertas al FMI bajo el auspicio primero de Lenin Moreno, y ahora de Guillermo Lasso.

Ya en nuestro país, hace 20 años, los gobernantes de entonces, Goni Sánchez de Lozada y Carlos Mesa, intentaron cumplir con la recomendación que emitió el FMI en la consulta del Artículo IV del año 2002 aplicando un impuesto al salario. El resultado fueron las jornadas de febrero de 2003 en protesta contra el llamado “impuestazo”. La aplicación de las recetas del FMI generó la crisis del propio modelo neoliberal.

Ya va siendo hora que la opinión pública deje de tomar en serio a un organismo internacional que, más que una ayuda, se convierte en un verdugo para los países que recurren a él. Los economistas, investigadores y académicos deberían tomar en cuenta más los datos económicos, que las recomendaciones de Artículo IV.

Los medios y la desinformación en temas económicos

La prensa hegemónica nacional está acostumbrada a desinformar en sus titulares hace ya mucho tiempo. Las población en general es consciente de que los medios mienten y que tienen poderosos motivos para hacerlo. A pesar de esto, y de forma casi desapercibida por la agenda mediática, hace pocos días uno de los más grandes desinformadores de los últimos tiempos se ha visto obligado a retroceder ante el peso de sus propias mentiras.

Efectivamente, El Deber reconoció que mintió en sus notas sobre temas de economía. Valga resaltar que la mentira fue publicada en portada, sostenida por días enteros y apoyada por vídeos “explainer”, que bien podrían llamarse videos “liar” por su falta de conocimiento económico; entretanto, el desmentido se publica en las últimas páginas de la edición impresa y se sube tímidamente a las redes sociales para que muy pocos lectores se enteren que el “diario mayor” tiene una larga nariz de Pinocho.

De yapa, tampoco apareció doña Brisa Pabon, la estrella tiktokera, para retractarse en un vídeo por las mentiras de sus jefes de redacción. El resultado: del total de lectores que vieron la noticia falsa, menos de la mitad se enteró del desmentido. Qué orgulloso estaría Joseph Goebbels, autor de la famosa frase “miente, que algo queda”.

Esto no se debe a una simple casualidad o falla de edición. Los jefes de redacción/prensa y periodistas de medios como Página Siete, El Deber, El Diario, Panamericana, Fides, Erbol, Unitel Red Uno y tantos otros, están plenamente conscientes que informan sobre temas delicados, pero que la mayoría de las veces lo hacen sin conocimiento técnico del área que están comentando.

Concretamente, si el periodista desconoce de una temática lo mínimo que podría hacer, es googlear el tema. Pero ya que hoy en día abundan la desinformación y las teorías conspirativas en internet, existe un nuevo filtro que la prensa nacional tampoco aplica: el criterio académico. La consulta a analistas económicos se realiza de manera altamente sesgada, ya que lo único que leemos en las secciones de Economía (con profundo pesar) son analistas que más parecen políticos, mezclados con políticos disfrazados de analistas.

La noticia que llega al consumidor de prensa, radio y televisión viene contaminada por todos estos sesgos: desde los periodistas y sus falencias, pasando por los analistas politizados, y terminando en las redes sociales contaminadas por influencers con claras matrices de desinformación. El “caldo” resultante es pernicioso para las expectativas de los agentes económicos y para el clima político y social.

Entonces, ¿cuál es el punto de todo esto? Algún editor o dueño de medios permite deliberadamente que se mienta o que se informe a medias sobre determinados temas, fundamentalmente sobre la economía? Mi respuesta, es un rotundo sí.

I love SCZ

Por: Daniel Hinojosa. Economista político

La economía del departamento de Santa Cruz representa alrededor de un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y está basada en la producción industrial de alimentos y en la agroindustria (que a su vez son un quinto del PIB departamental). Por otro lado, hasta la fecha, dos quintos de las exportaciones departamentales corresponden a derivados
de soya en téminos monetarios, en términos de volumen (toneladas) se mantiene la magnitud de estos productos que junto al volumen de gas natural suman el 80% de las exportaciones departamentales. Este dinamismo económico ha permitido la acumulación de capital, pero no así la constitución del círculo virtuoso.

La acumulación de capital es la reinversión del excedente económico en bienes productivos y es fomentada por una demanda en expansión (un nivel adecuado de ingreso que permite un incremento en el consumo), lo que representa un incentivo para alcanzar un mayor nivel de producción, demandando más trabajo y por consiguiente expandiendo el nivel de ingreso, empezando un nuevo circulo. El círculo virtuoso de acumulación de capital no solo contempla avances económicos sino también sociopoliticos (reduciendo la desigualdad en todas sus formas y mejorando las condiciones de vida), avances que promueven el inicio de
un nuevo circulo aún más grande. Sin embargo, estos avances no se han logrado en Santa Cruz debido a las características de los grupos que ostentan el poder.

El fundamentalismo y el chauvinismo cruceño se encuentran en esas instituciones (autonombradas) representantes de la sociedad que son protagonistas de incidentes bochornosos, absurdos en discurso y violentos en acción. Por un lado, de manera legítima se tiene a la gobernación cuya gestión no se caracteriza por ser institucional o eficiente (piénsese en la ejecución presupuestaria, la más baja en proyectos de inversión) sino por la vocación bonapartista y caudillista del gobernador. Por otro lado, de manera ilegitima, el Comité Cívico Pro Santa Cruz (y su brazo armado la Unión Juvenil Cruceñnista) sigue la misma linea, pero de forma más radical y violenta, atribuyéndose
competencias basadas en tradición e imaginarios colectivos de representatividad y
moralidad.

El discurso cosmopolita que pregona la cruceñidad es contrastado con la actitud
conservadora de sectores afines a instituciones que arremeten contra la diversidad cultural e identitaria, teniendo una suerte de xenofobia respecto al interior del país y una xenofilia en
relación al exterior.

Estas cualidades arraigadas más el modelo de desarrollo propuesto por sectores aglutinados alrededor de la CAINCO (sin olvidar que fue parte del peor gobierno de la historia) se podrían considerar como la estructura social de acumulación de capital cruceña.
Sin embargo, a pesar de los avances económicos se observan retrocesos sociopolíticos que no permiten consolidar un círculo virtuoso de acumulación sino uno defectuoso.


Empero, otra Santa Cruz está despertando.

La verdad de la deuda pública en Bolivia

Por: Elio Alberto Colque, especialista financiero

Las últimas semanas se observaron algunas aseveraciones tendenciosas respecto al estado de la deuda en el país. Otros mencionan que la deuda pública total en términos del Producto Interno Bruto (PIB) se encontraría alrededor del 80% del PIB.

Es importante puntualizar algunos elementos en relación a la verdadera situación en la que se encuentra la deuda pública en el país, un tema delicado que debe ser abordado con cuidado y responsabilidad, sin la finalidad de generar especulación y desinformación en la población boliviana.

Empecemos señalando la manera correcta de observar la deuda externa, la cual registró un saldo de $us12.698 millones en la gestión 2021, sin embargo, para determinar si este monto es o no sostenible se lo debe comparar con el tamaño de la economía (medida a través del PIB). En ese sentido, la deuda pública externa alcanza 31,2% del PIB, cifra muy por debajo de las tasas registradas durante la aplicación del modelo neoliberal, donde en promedio representaba 67% del producto entre 1985 y 2005.

¿Qué quiere decir lo anteriormente señalado? Que casi el 70% de nuestros ingresos como país eran destinados a pagar la deuda externa contraída, empero, actualmente esa proporción disminuyó sustancialmente, reflejo de una responsable administración de las finanzas públicas y del endeudamiento público. Asimismo, y considerando que el coeficiente de deuda (31,2% del PIB) se ubica por debajo de los límites referenciales establecidos por organismos internacionales como la Comunidad Andina (50%) y el Tratado de Maastricht (60%), se observa que Bolivia cuenta con un margen de endeudamiento, capacidad de pago y un nivel de deuda externa sostenible.

Algunos creen que la deuda externa se incrementó poco más del doble en relación a 2005, no obstante, no se señala que el PIB aumentó cuatro veces más en relación al mismo año. Un ejemplo de ello sería un prestatario de una entidad financiera, que a un inicio tenía una deuda de Bs5.000 con un nivel de ingresos de Bs9.000 pero que posteriormente pasó a tener una deuda de Bs12.000 con un nivel de ingresos de ¡más de Bs40.000! Lógicamente la entidad financiera observa una mejor capacidad de ingresos en el prestatario por lo que incrementará su monto de deuda. Los organismos financieros multilaterales y bilaterales siguen esa misma lógica para otorgar créditos a Bolivia.

En cuanto la deuda pública total, pese a los esfuerzos de varios analistas y el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP) por explicar el análisis riguroso y metodológico que se debe seguir para la deuda pública total, algunos medios, de manera cizañosa continúan mostrando cifras erróneas y no oficiales, a fin de alarmar a la población, señalando que la deuda pública sería superior al 78% del PIB.

En efecto, siguiendo la metodología y las buenas prácticas internacionales sugeridas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), para el cálculo de la deuda pública total, es imprescindible “netear o consolidar” la misma, a fin de evitar un error de doble contabilización; toda vez que, la deuda interna del MEFP, a través del Tesoro General de la Nación (TGN), es un activo para el Banco Central de Bolivia (BCB) y un pasivo para el TGN, lo mismo sucede con las empresas públicas, también debe existir una consolidación; es decir, si se habla sobre la deuda de todo el sector público, es importante recordar que tanto las empresas públicas como el BCB forman parte del mismo. En este sentido, según la Memoria del BCB, la deuda pública total al 31 de diciembre de 2021 alcanza a 46% del PIB, por debajo de los límites establecidos como recomendables.

Para terminar de explicar de manera correcta la dinámica de la deuda, es importante aclarar que la deuda pública en Bolivia es destinada de manera responsable a la inversión pública, lo cual genera retornos en el mediano y largo plazo, una situación totalmente contraria a lo que sucedía antes de 2005, cuando el país se endeudaba principalmente para pagar sueldos y salarios del sector público.

Finalmente, se menciona de manera incorrecta el contexto del riesgo país en Bolivia, el cual mantenía una tendencia estable antes del 2019; no obstante, durante 2020 la calificación de riesgo se redujo en hasta dos peldaños, debido a la incorrecta administración de la economía. Actualmente, todos los indicadores macroeconómicos reflejan un compromiso de reconstrucción y reactivación económica con óptimas perspectivas que sin duda están posicionando al país nuevamente con una buena imagen a nivel internacional.

Verdades y mentiras del modelo económico boliviano

Por: Fernando Chuquimia, especialista financiero.

Recientemente, un opinador en temas económicos y financieros, Jaime Dunn, señaló en un medio de prensa que “el modelo económico boliviano había caducado, y, que la situación económica de Bolivia es un tema muy complejo, con diversas aristas y pocas certidumbres”. Es incomprensible que a muchas personas les cueste aceptar la realidad que vive nuestro país, e inclusive les moleste saber de los logros positivos alcanzados en materia económica, por no continuar con recetas económicas que fracasaron en Bolivia. Al respecto, y con el objeto de informar al lector de manera responsable, expondré las verdades y mentiras del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP).

Es verdad que el MESCP es un modelo diseñado por bolivianos y para los bolivianos, cuya fortaleza radica en que fue construido sobre la realidad socioeconómica del país, además es desarrollado y aplicado por profesionales bolivianos, ante el fracaso del modelo neoliberal. El MESCP se basa en cuatro pilares fundamentales: crecimiento y desarrollo con base en el aprovechamiento de los recursos naturales para beneficio de los bolivianos; el Estado se apropia y redistribuye el excedente económico que generan los sectores estratégicos; es un modelo redistribuidor del ingreso, cuyo excedente económico se reasigna a otros sectores de la economía y a la población con escasos recursos; y, reducción de la desigualdad social y la pobreza.

Es mentira que el MESCP ha caducado, por cuanto, con base en información oficial, respaldada y destacada por organismos internacionales, la economía boliviana cerró 2021 con un crecimiento del 6,1% después de un decrecimiento de -8,7% registrado en 2020. Bolivia, en 2005, registró una tasa de desempleo anual de 8,1%, la pobreza moderada al 60,6% y la pobreza extrema al 38,2%, no obstante, y como resultado de la aplicación del modelo, en 2021 dichas variables registraron una disminución considerable a 5,2%, 36,3% y 11,1%, respectivamente.

Es verdad que producto de la aplicación del MESCP se generó una distribución más equitativa del ingreso, por ejemplo, el Índice de Gini (IG) en 2005, el IG tuvo un valor de 0,60, el cual disminuyó de forma sustancial llegando a asumir un valor de 0,42 en 2021. Asimismo, la relación de ingresos entre la población más rica y la población más pobre, que es otro indicador utilizado para analizar la distribución del ingreso, registró en 2005 a nivel nacional el ingreso del 10% de la población más rica era de 128 veces el ingreso del 10% de la población más pobre. En 2021, esta variable mostró una reducción considerable llegando solo a 20 veces.

Es mentira que los agentes económicos tienen incertidumbre, toda vez que el sistema financiero es sólido y se desempeña positivamente, por ejemplo, en 2005 el ahorro financiero alcanzaba a $us 3.826 millones, los depósitos a $us 3.678 millones, los créditos a $us 3.360 millones y el número de cuentas a 1.911.000. En 2021, los indicadores incrementaron a $us 31.006 millones, $us 30.770 millones, $us 29.064 millones y 13.720.000 de cuentas. Asimismo, los puntos de atención financiera en el área urbana y rural en 2007 eran de 1.673, y en 2021 ascendieron a 9.758, adhiriéndose a estos resultados la bolivianización por más del 90%.

Finalmente, la CEPAL ha señalado que Bolivia es el país que logrará la mayor reducción de la pobreza extrema en 2022; asimismo, instituciones internacionales como el FMI, The Economist Intelligence Unit, BBC Mundo y Sputnik Mundo han destacado a nuestro país por su baja inflación. En este contexto, la población al saber las verdades y mentiras del MESCP tiene la seguridad y certidumbre que Bolivia está saliendo adelante, fruto de la reconstrucción y reactivación económica, con base en la continuidad del MESCP y las acertadas políticas implementadas por el Gobierno, que permitirán el retorno a la senda del crecimiento económico con menos desigualdad entre ricos y pobres.

Qué hizo Bolivia para detener la inflación?

Por: Guillermo Oglietti, Ph.D en Economía Aplicada

Analizamos el ejemplo de Bolivia acerca de las medidas económicas adecuadas para detener la inflación y apostar a políticas heterodoxas de largo aliento (Vía: CELAG)

Para dominar la inflación hay que aprender del norte. Es lo que siempre nos dicen los economistas neoclásicos y, por esta vez, tienen razón. Hay que mirar al norte. Sí, pero ¡no tan al norte! Quédese en Bolivia, ahí aprenderemos en serio, porque hasta hace muy pocos años tenía los mismos problemas que en Argentina mientras que ahora todos tienen inflación, menos Bolivia.

Este país demuestra que existen políticas heterodoxas capaces de enfrentar con éxito la inflación. Demuestra que no es necesario ni recurrir al ajustismo de siempre ni repetir sus fracasos. Pero, hay que atreverse. Por eso, a modo de manual para ministros de economía, enumeramos las principales acciones diseñadas por Bolivia con efectos directos o indirectos sobre la inflación.

Desdolarización

Aumentaron los riesgos para los especuladores:

  • Se apostó fuerte generando pérdidas a los especuladores que apostaban en dólares: “se apreció” la moneda, de 8 a 7 bolivianos por dólar (actualmente, se mantiene en este valor). Se rompió la inercia alcista del dólar y se mandó la señal de que no siempre el que apuesta al dólar gana.

Aumentaron los costos para las carteras dolarizadas:

  • Se encareció el uso del dólar para ahorrar, ampliando el diferencial cambiario entre compra y venta, penalizando la costumbre de comprar dólares mensualmente para ahorrar, a la vez que ofrecían una tasa de interés real ligeramente más alta a quienes ahorraban en pesos.
  • Se encareció el uso del dólar para prestar, aumentando a un 66,5 % el encaje líquido que los bancos deben tener por cada dólar depositado, a la vez que se bajó al 11 % el encaje para depósitos en pesos.
  • Se aumentaron los requisitos para otorgar créditos en moneda extranjera y se facilitó el crédito en moneda nacional, aumentando así la preferencia de los bancos para otorgar préstamos en pesos.
  • Se cambió la composición de la deuda pública, haciendo desaparecer los títulos en dólares, emitiendo títulos en pesos, incluso para pequeños ahorristas.
  • Emisión del Bono BCB Bolivianización, para que bonistas pequeños y medianos cambiaran con ventaja sus títulos en dólares a pesos.
  • Se estableció un impuesto a las transacciones financieras en dólares del 0,3 %, para las cajas de ahorros con más de 2 mil dólares o depósitos menores al año.
  • Impuesto a la venta de moneda extranjera (0,7 %) dirigido a operaciones de venta de moneda extranjera en casas de cambio e instituciones financieras.

Indexadores alternativos al dólar:

  • Se empleó la Unidad de Fomento a la Vivienda, unidad de cuenta actualizada con la inflación local, como indicador para realizar contratos en moneda local y desalentar el uso del dólar como unidad de cuenta.
  • Se prohibió la indexación de tarifas en función del dólar.

Aumento de la oferta

Como al fin de cuentas toda escasez ‒ya sea generada por exceso de demanda, oferta insuficiente, especulación o acaparamiento‒ se traduce en inflación, el Gobierno boliviano siempre apostó, y mucho, por la producción:

Política de crédito súper-activa:

  • Crédito a la producción orientado. Usando coeficientes de reservas diferenciados y cupos máximos se orientó el crédito bancario a la producción (vivienda, vivienda social, empresas, microcréditos y Pymes), expandiendo la cartera de créditos ¡en casi 7 veces!
  • Créditos dirigidos a sustituir importaciones. Créditos SI BOLIVIA. Financiamiento a proyectos de inversión pública de gobiernos subregionales y comunidades indígenas. Fondos concursables de inversión productiva dirigidos a gobiernos autónomos municipales y comunidades indígenas.
  • Extensas inversiones en infraestructura de caminos y servicios públicos, que ampliaron la oferta al extender el área geográfica desde donde se provee a los grandes centros urbanos.
  • Inversión pública: Desde 2006 (con el paréntesis de Áñez) Bolivia fue uno de los países con mayor inversión pública del continente, apostando a que la mayor inversión pública en infraestructura atraería más inversión privada (crowdin-in en lugar del crowding-out que pronostican los economistas del norte global).
  • Participación pública directa en la producción y la oferta:
  • Empresa de Apoyo a la Provisión de Alimentos (EMAPA), empresa pública (creada en 2007) que brinda productos de la canasta familiar e industria nacional a precios justos a través de una red propia de supermercados.
  • También abastece de harinas a panificadores y otros sectores a quienes provee a precios justos a cambio de que se comprometan a sostener precios.
  • Central de Abastecimiento y Suministros de Salud (CEAS), institución pública que compra e importa medicamentos para proveer tanto a la red de instituciones públicas ‒farmacias municipales y Ministerio de Salud‒, como del sistema de salud privado, a cambio de precios justos.
  • Red de farmacias municipales (públicas, administradas por las Alcaldías) y farmacias populares y boticas (instituciones sin fines de lucro).
  • Empresa Boliviana de Producción Agropecuaria (USD 20 millones de inversión), que pone tierras fiscales a disposición de la producción agropecuaria dirigida a aumentar la producción en rubros donde no hay autoabastecimiento.
  • Fabricación de insumos estratégicos. Planta pública de producción de urea (fertilizantes) para impulsar la producción agropecuaria.
  • Inversión en Banca Pública (Banco Unión), con el propósito de aumentar la competencia con la banca privada, disminuir los costos financieros en el sector minorista y aumentar el crédito en sectores que tradicionalmente no acceden al mercado financiero privado.

Políticas activas en mercados

  • Nacionalización de recursos naturales estratégicos, permitiendo a Bolivia retener la renta generada por sus recursos naturales y reinvertirla en el desarrollo económico y social. Esta política también contribuyó a fortalecer las cuentas externas, reteniendo en el país las divisas que antes salían como importaciones y remesas de utilidades.
  • Mercado de cambios. Se constituyó un fondo contracíclico de reservas internacionales que ronda el 25 % del PIB aumentando la capacidad del Gobierno para disuadir a especuladores y disminuir los riesgos de quienes tienen activos en pesos.
  • Subsidios cruzados a los combustibles. Una parte de los ingresos extraordinarios que generan los precios del gas exportado se destinan a subsidiar el precio igualmente alto de los combustibles líquidos importados. Así se contrarrestó la inflación importada de combustibles a consecuencia de la guerra.
  • Regulación del comercio exterior de productos agrícolas. Uno de los aspectos más relevantes para el control de la inflación fue que las exportaciones de granos y derivados están reguladas. Se fijaron cupos de exportación, definidos en función del abastecimiento y precios internos, lo que impidió la importación de inflación de alimentos y agrícolas.
  • Se implementó una política activa de control del monopolio y del abuso de posición dominante, con seguimiento de precios casi a diario y control directo por parte de la Presidencia sobre precios relevantes de la economía.
  • El estado nacional no está solo en las actividades de regulación, los municipios tienen atribuciones para controlar los precios e intervienen permanentemente en actividades de control y sancionatorias en mercados locales.
  • Para enfrentar la pandemia, el Gobierno estableció precios máximos supervisados por las instituciones de defensa del consumidor, que cubren tanto los precios de medicamentos, como de servicios de terapia y de sepelio.
  • Asignación de divisas. Se construyeron indicadores objetivos para asignar divisas que permitieron priorizar los usos de los dólares disponibles dirigiéndolos a aquellas importaciones que más contribuyeran a sustituir importaciones o a generar divisas.

Políticas Tributarias

A sabiendas que la inflación también está causada por la evasión fiscal, implementaron políticas para disminuirla:

  • Política tributaria. Reintegro efectivo IVA por el 5 % del valor de la factura y se reintegraron 20 millones de pb.
  • Ley 1448 de facilidades para el cumplimiento de obligaciones tributarias, que amplía el plazo para el arrepentimiento eficaz.
  • Impuesto a las ganancias extraordinarias de la banca y otras empresas financieras (50 %).
  • Aumentos de regalías por la extracción de recursos naturales, lo que incrementó los ingresos fiscales y retuvo las divisas que salían en concepto de remesas de utilidades.

Entendiendo la caída

Por: José Daniel Llorenti, comunicador

Año 2014, ¿Cómo un gobierno que ganó con más del 60% no terminó su mandato?

El año 2014, Evo Morales y el MAS ganaban las elecciones superando el 60%, y prácticamente vencían en todos los departamentos del país. Lo importante, más que el resultado, que fue obviamente abrumador, fueron las lecturas teóricas de lo sucedido. La más difundida, tanto por su creatividad como por su capacidad de difusión, fue la que realizó el exvicepresidente, Álvaro García Linera, cuando decía que esta victoria se debía a que “(…) el campo político entero, que la sociedad boliviana entera, se “izquierdizó” en su totalidad”.

Esa apreciación del ex vicepresidente, fue publicada en un artículo que hablaba precisamente del campo político en Bolivia después de las elecciones del 2014. El vicepresidente, partía de la hipótesis de que el campo “gravitacional” de la “política”, habría tenido un “nuevo punto de eje” que hacía que todo giraba a su alrededor, y que por consecuencia la gente tenía cierta identificación con las preposiciones de izquierda, en otras palabras, era la victoria política y cultural de la Revolución Democrática y Cultural.

La hipótesis de García Linera era las más compartida en círculos intelectuales, aunque había otras lecturas aisladas que considero que ahora explican mejor lo sucedido el año 2014, como la expuesta por el intelectual de izquierda ecológica (aunque a veces parece ser muy afín al conservadurismo pequeño burgués), Roger Córtez, este conocido intelectual publicó un libro denominado “Del Auge a la Descomposición del Proceso de Cambio”, y decía al respecto, citando al filósofo Thomas Hobbes: “(…) pocas cosas son tan seductoras como la certidumbre”, aduciendo que la victoria del 2014, no se debía a que el campo político se “izquierdizó”, ni que hubo una especie de irradiación ideológica en la sociedad boliviana, sino que más bien, eso sucedió porque el voto popular no fue un voto por la “revolución” o por “tener los valores revolucionarios”, sino más bien, fue un voto por la certidumbre que le daba el MAS y porque el voto es más un acto pragmático que algo ideológico.

La hipótesis de Córtez, explicaría mucho mejor la caída del año 2019, que la hipótesis de García Linera del viraje del campo gravitacional porque explicaría por qué en la caída fueron pocos quienes salieron a defender al gobierno de Evo Morales, mientras el golpe de Estado se efectuaba ante la presencia expectante de movimientos sociales, dirigentes sindicales y revolucionarios pequeño burgueses que anonadados por la rapidez del Golpe no pudieron evitar la caída de Morales. La gente no había votado por valores y concepciones ideológicas a la izquierda el año 2014, sino todo lo contrario, optaron por el MAS por el pragmatismo y la certidumbre que otorgaba el gobierno de Evo Morales en ese entonces, por eso fácilmente abandonaron al gobierno. (Lo que tuvo un giro inesperado cuando la Revolución Democrática y Cultural estuvo en riesgo con la llegada ilegal de Jeanine Añez al poder quemando Wiphalas, eliminando el Estado-Laico, persiguiendo indígenas, etc.).

De la misma manera, otro tema salta a la palestra cuando hablamos del año 2019 y de la caída: entre las gestiones 2016-2019, después del conocido 21 de febrero, el gobierno del ex presidente Evo Morales presentó un promedio de 1 obra por día, es decir, superó las 1.000 obras en solo 3 años, sin embargo, fuera de esa fiebre por presentar obras a los diferentes sectores sociales del país, en la elección del año 2019 cayó en 14 puntos porcentuales su votación del año 2014 (del 61 al 47), es decir, que, a pesar de trabajar más fuerte, la gente ya no respaldaba una elección más de Morales.

Esto demuestra algo que vuelve a negar la hipótesis de García Linera, no existió tal viraje, pero también demuestra las limitaciones de la hipótesis de Córtez (su hipótesis válida el año 2014, ya no lo fue el 2019), porque la gente ya no votó por certidumbre (a pesar que el MAS es el único que puede prometer y cumplir aquello), sino que -satisfechas sus necesidades más básicas y en pleno auge del ascenso social y cambio generacional – la gente ya no buscaba estabilidad económica y material (digamos necesidades cubiertas), sino otro tipo de intereses generalmente característicos de la clase media aburguesada: libertad individual, crecimiento personal, valores republicanos abstractos, etc., perfecto caldo de cultivo para las manifestaciones denominadas pititas. La generación/clase que creció con Evo, terminó renegando de él.

Si detenemos el análisis ahí, podemos ver, el ascenso económico y social del que hablaba tanto el MAS desde el 2014 como un logro de su gestión (aumento de la clase media en más de 3 millones de personas), terminó siendo el producto de su caída, porque crecían económicamente, pero no cambiaban de mentalidad, desanclaron su percepción de mundo de su condición económica, digamos, en palabras coloquiales, se alienaron.

En fin, solo a manera de terminar, este tema que amerita mucha más discusión, considero importante reevaluar lo sucedido, no desde la óptica del victimismo del Golpe o de la aislada percepción geopolítica de que fue un intento más de los Estados Unidos de terminar con la democracia en nuestro país, sino desde adentro para ver cuáles fueron los errores que permitieron que sectores reaccionarios y conservadores recuperarán el poder, aunque sea de manera coyuntural.

[Opinión] Sabotaje mediático a la política económica

Por: Miguel Ángel Clares, economista

La pasada semana algunos medios de comunicación de manera “cizañosa” publicaron noticias tendenciosas respecto a la situación económica del país. Por otra parte, el Gobierno nacional en diferentes notas de prensa asevera que la economía nacional se encuentra saliendo adelante. En ese sentido, como bolivianos de a pie nos preguntamos: ¿Cuál es la verdad?; ¿La economía boliviana está saliendo adelante?.

Como analistas económicos tenemos el trabajo de verter opiniones responsables, sin la intención de generar desinformación. Lamentablemente, algunos colegas analistas son cómplices de los medios en la tarea de generación del pánico y la especulación. Para el presente artículo de opinión me enmarcaré en algunos aspectos que muestran la realidad económica, política y social por la que atraviesa el país.

Partamos por una reciente conferencia de prensa que realizó el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, donde se mostraron algunos indicadores bastante interesantes. Se señaló que la venta en restaurantes, atención en servicio de hotelería y venta de pasajes de avión se incrementaron entre el primer semestre de 2021 y 2022, en tasas del 26%; 44% y 103%, respectivamente.

¿Qué quiere decir lo anteriormente señalado? En primer lugar, se descartarían las opiniones equivocadas sobre un “efecto rebote”, debido a que los cortes de comparación ya no son respecto a la gestión 2020, sino 2022 vs 2021. En segundo lugar, las tasas de crecimiento en los sectores señalados reflejan una vez más el proceso de reconstrucción y reactivación económica del país, en línea a un mayor consumo por parte de la población, frente a un incremento en sus niveles de ingresos y la ausencia de una elevada pérdida de poder adquisitivo –como ocurre en países vecinos–.

En ese marco, las medidas que se van realizando por parte del gobierno nacional, tanto por el lado de la demanda como de la oferta, proporcionan un mejor dinamismo en la economía de los hogares y un fortalecimiento en la capacidad productiva de las diferentes empresas. Lo cual sin duda va rindiendo buenos resultados que son reflejados en las distintas cifras macroeconómicas.

Por otro lado, los economistas acostumbramos observar el sistema financiero como un “termómetro” de la situación económica de un país y la confiabilidad que tiene la población sobre la economía en general. En ese sentido, entre julio de 2021 y 2022, los depósitos y la cartera de créditos tuvieron un crecimiento del 7% y 8%, correspondientemente; ¿Qué refleja esto? Un escenario de certidumbre económica donde la población confía en el sistema financiero y a su vez éste último en la mejora de la actividad económica para colocar créditos.

En cuanto el comercio externo, Bolivia al mes de junio de la presente gestión rompió un récord histórico en exportaciones, superando los $us7.000 millones, destacando así el sector de la industria manufacturera. En ese marco, el país cuenta con el nivel de desempleo y desigualdad más bajo de toda la historia, como así también con el stock de capital y nivel de empleo más alto de la histórica económica del país.

No obstante, existen medios de comunicación que se limitan a la generación de noticias poco profesionales con el objetivo de desmerecer la labor del actual gobierno en este proceso de reactivación económica que sin duda es evidente ante los ojos de todo el país. Dichos medios consultan opiniones sesgadas y malintencionadas, en lo que parece ser un trabajo de “sabotaje económico”, a través de la generación de desinformación.

Como bolivianas y bolivianos no debemos dejarnos llevar por estas opiniones y noticias tendenciosas, que sin duda buscan la desestabilización política y social del país; acciones malaventuradas que son organizadas por grupos pequeños que solo les importan sus intereses personales y no así el bienestar de toda la población boliviana. Protejamos con argumentos e información responsable la estabilidad económica del país que sin duda está saliendo adelante.

Seguros inclusivos, seguros para el pueblo Bolpress

Por: Miguel Clares

La Paz, 24 de agosto de 2022.- La presente semana el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), a través del Viceministerio de Pensiones y Servicios Financieros (VPSF) implementó el Reglamento de Seguros Inclusivos de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS).

Para entender el objetivo de dicho reglamento, es necesario puntualizar ¿Qué es un seguro? El cual se define como un contrato entre la empresa aseguradora y el asegurado (beneficiario) donde por el pago de una suma de dinero por parte del beneficiario, la compañía de seguro podrá compensar (indemnizar) la cobertura de alguna contingencia suscitada ya sea en su negocio, propiedad o salud.

En ese marco, la naturaleza del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) orientado al vivir bien de las bolivianas y los bolivianos, promueve el acceso universal a todos los productos financieros, siendo así el seguro un mecanismo más de redistribución del ingreso, el cual indemnizará los percances de la población asegurada ya sea en adversidades económicas o de salud.

Dicha población asegurada se extenderá aún más gracias a la implementación del nuevo reglamento de seguros inclusivos, el cual tiene como público meta a la población más vulnerable y de bajos ingresos que no podía acceder a dicho beneficio, además del conjunto de personas que no se encontraba familiarizada con el mercado de seguros.

Otra característica que posee el reglamento señalado son los términos de contrato, los cuales serán de fácil entendimiento y comprensión para los asegurados. Asimismo, serán de fácil acceso a través de puntos de venta, internet u otros medios digitales.

Es importante puntualizar que la constitución de los seguros inclusivos se realiza en un escenario donde sectores vulnerables de la población perdieron su patrimonio por la quema de mercados, dejando como ejemplo las necesidades de implementación de un marco legal que permita a las diferentes compañías de seguro –legalmente establecidas– generar diversos productos especializados de protección a los sectores excluidos o subatendidos por los seguros tradicionales.

En ese sentido, el nuevo reglamento permitirá que los ciudadanos con profesión independiente, microempresarios, transportistas, etc puedan acceder a coberturas de seguro acordes a sus necesidades y demandas; independientemente del nivel de ingresos que estos generen.

En conclusión, la presente medida fortalecerá la inclusión financiera en el ámbito de los seguros y a su vez fomentará la digitalización de los diferentes productos financieros; sin dejar de lado el hecho de que varios de los sectores beneficiados irán formalizando sus actividades económicas. Nuevamente el gobierno nacional realza el espíritu del MESCP, el cual busca un crecimiento económico con justicia e inclusión social.

Sobre los medios de comunicación

Por: José Llorenti, comunicador

Hace pocos días el ex ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana calificó a los medios de comunicación como “cloacas”, posteriormente, los medios que se sintieron aludidos publicaron diversos artículos y notas de prensa aduciendo que la libertad de prensa se encuentra bajo acecho en el país debido a las declaraciones de la ex autoridad. Esta paranoia fue aumentada por el supuesto ataque al periódico Los Tiempos, y ahí comenzó el desfile de categorías cada vez más vacías de contenido por parte de analistas e intelectuales opositores como “gobierno autoritario”, “totalitarismo”, “dictadura”, etc., para categorizar la situación en la que se encuentra el país en relación al tema de libertad de prensa.

Sin embargo, fuera de esta ya tradicional disputa entre medios de comunicación de derecha y gobiernos de izquierda en América Latina que en los últimos 15 años ha caracterizado la situación política del continente, hay algunas puntualizaciones conceptuales que se debe tomar en cuenta para entender el rol de los medios en la sociedad, o por lo menos que yo considero necesario mencionar.

Clausewitz en su conocido libro “De la Guerra”, dejó en claro que la guerra no sería otra cosa que la política por otros medios, y que la guerra sería: “un duelo a gran escala”, esta frase repetida hasta el cansancio por politólogos y estudiosos de las ciencias sociales, fue invertida por Michel Foucault en su libro “Genealogía del Racismo”, que en realidad es la transcripción de sus cursos en el Collége de France entre fines del año 1975 y mediados de 1976, textualmente decía: “la política es la guerra continuada por otros medios”.

José Llorenti es comunicador social

A esta inversión, a la guerra precedente de la política, le falta una tercera fase, que sería la cultura, es decir, así como la política es la guerra por otros medios, la cultura llegaría a ser la política por otros medios: guerra/política/cultura, una triada que configura de alguna manera, el tema del poder en la sociedad. Asimismo, la cultura tiene principalmente como su campo de batalla: el lenguaje, el cual no es nunca, imparcial, ni objetivo ni menos independiente de los intereses socio-políticos.

Es aquí, donde la comunicación, entendida como un proceso donde se transmiten mensajes por medio del lenguaje, y que configura casi de forma ontogenética al ser humano, tiene su aparición, como inseparable de la cultura y por supuesto, del “campo de batalla cultural”.

En este marco teórico (guerra/política/cultura), los medios de comunicación tienen un rol protagónico porque son los que difunden los mensajes a gran escala y trata de imponer una visión del mundo a los consumidores mediáticos, o también denominados perceptores o receptores según la teoría de la comunicación que se asuma. En este sentido, cualquier teoría que aboga por los medios de comunicación como imparciales, objetivos o estrictamente informativos, ajenos a las relaciones sociales y los intereses políticos, sacan a relucir sus limitaciones epistémicas y también los intereses subyacentes que tienen estas teorías para defender a determinados conglomerados mediáticos.

Sin embargo, los medios de comunicación no son una correa de transmisión única de los intereses políticos y económicos de algún sector de la población o de sus dueños (aunque en última instancia si lo sean). Los medios tienen cierto grado de autonomía que es precisamente la que el periodismo le otorga mediante el uso de determinadas técnicas de investigación, digamos la de la pluralidad de fuentes, la rigurosidad y ética periodística e incluso la metodología de la investigación y los géneros periodísticos, lo que evita que el periodismo se convierta únicamente en propaganda, aunque cada vez sea más difícil separar ambos y fundamentalmente en épocas de crisis.

De la misma manera que los medios de comunicación tienen esa “autonomía relativa”, los consumidores mediáticos también tienen cierta autonomía de pensamiento, no son únicamente receptores de mensajes, como las clásicas teorías de la comunicación como la Aguja Hipodérmica (Lasswell) plantean, porque los sujetos tienen otros espacios donde toman información, digamos la escuela, los círculos sociales, etc., como bien lo plantea Althusser y los Aparatos Ideológicos del Estado.

Estas “autonomías relativas” de los medios y de los consumidores son los que limitan de alguna manera a la propaganda y sus efectos, mas, no quiere decir que no exista influencia de los medios en las personas, y principalmente de los medios más grandes y significativos en cada país.

En América Latina (aunque en Bolivia la acumulación monopólica de las empresas mediáticas no es tan evidente), los conglomerados mediáticos más poderosos son casi monopólicos, el grupo Clarín en Argentina, Televisa en México o red O Globo en Brasil, además de la SIP como su brazo institucional que oculta esta realidad, son la expresión más evidente de que el rol que juegan los medios no está ajeno a los intereses políticos de las oligarquías empresariales.

Si a este contexto se añade el rol de las redes sociales como un instrumento de difusión de mensajes (el más usado actualmente pero no siempre el más creíble – las personas pasan en Bolivia al menos 4 horas diarias en redes sociales) y el uso de algoritmos para modular el potencial de determinado mensaje, y la apariencia de horizontalidad que dan, la denominada “batalla cultural” cobra un sentido de mayor relevancia, más incluso que la batalla política. (La guerra en Ucrania es un caso ejemplar en esto).

A manera de concluir, aunque no es objetivo de este artículo hablar de las estrategias que usan los medios de comunicación para imponer su verdad, a manera de ejemplo menciono a lo que se denomina “cerco mediático”, que no es otra cosa que mediante la repetición constante de determinados mensajes y de determinada narrativa se evita que haya otras verdades del hecho y se ocultan detalles que pueden peligrar su narrativa, como sucedió en Bolivia el año 2019-2020 durante la gestión de Jeanine Añez. Otra estrategia es la denominada “espiral del silencio”, donde la sociedad amenaza de manera explícita o implícita al aislamiento a sujetos que no tengan una posición afín a la mayoría, una estrategia muy usada en redes sociales mediante los trolls o bots, y también se usa en algunos círculos sociales para dar una simulación de “todos piensan así, vos también debes hacerlo”.

Finalmente, con estas breves explicaciones críticas sobre el rol de los medios en América Latina, se esboza brevemente el marco teórico de análisis que considero debe usarse tanto para entender las palabras del ex ministro, como también los constantes ataques que realizan algunos medios de comunicación opositores al gobierno central y de manera tan agresiva en algunas ocasiones y en temas particulares.

Pero, como decía Sun Tzu, y la batalla cultural no es la excepción: “la mejor victoria, es vencer sin combatir”.

Un país con estabilidad de precios

Economía y Mas, 21 de agosto de 2022.- Actualmente el mundo se encuentra atravesando un escenario de altos niveles de precios donde los hogares son los principales afectados por la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos. Dicha situación se debe al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el cual generó distorsiones en las cadenas de suministros de varios alimentos y combustibles. Asimismo, dio un espacio de incertidumbre que afectó el valor de varias monedas en los países.

No olvidemos que la economía internacional ya vino atravesando incrementos en los niveles de precios, producto de alzas en los servicios de suministros de energía a finales de 2020, el cual sumado a los efectos mencionados anteriormente generaron aumentos desmedidos en la inflación de varios países –desarrollados y subdesarrollados.

Pero ¿Qué ocurre en Bolivia?; ¿Por qué la inflación se mantiene baja? Recientemente el Banco Mundial publicó un estudio donde se señala que la economía boliviana se encuentra con la tasa de inflación más baja en Latinoamérica y una de las más bajas en el mundo (con una inflación acumulada de 1,6% al mes de julio de 2022); ¿A qué se debe dicha aseveración por parte del Organismo Internacional? Para poder entender las razones por las cuales Bolivia cuenta con una estabilidad de precios es necesario puntualizar algunos hechos históricos en la economía nacional.

En primer lugar y el acontecimiento más importante que cimentó las bases para la aplicación de nuevas medidas de política económica y social, es la constitución del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP); el cual permitió darle una nueva orientación a la administración de la economía boliviana con un enfoque de justicia social. En ese sentido, se realizaron diferentes acciones desde 2006 que dieron lugar a la estabilidad de precios con crecimiento económico.

Dicho de otra manera, los resultados observados a la fecha son producto de un arduo trabajo realizado desde años atrás que lamentablemente corrió riesgo por los hechos suscitados entre noviembre de 2019 y 2020. En ese marco, algunas de las medidas que generan el espacio de certidumbre y estabilidad económica que Bolivia goza actualmente y que además no son mencionadas por los diferentes medios de comunicación y analistas económicos, son las siguientes.

El fortalecimiento de la moneda nacional (bolivianización) con un régimen cambiario estable, el cual se posiciona como un hito histórico en la economía boliviana, ya que no solo aísla los efectos volátiles del contexto internacional, sino también le otorga grados de libertad tanto a la política fiscal como monetaria para poder realizar medidas adecuadas en bienestar de todas las bolivianas y bolivianos.

De igual manera, el esquema de subvenciones/subsidios a los alimentos y combustibles cuida la seguridad alimentaria y los bolsillos de la población; esta última aseveración llega a ser tema de discusión para varios colegas analistas, debido a que irracionalmente sugieren que se debería quitar la medida, sin considerar el costo social que implicaría.

Actualmente, el costo por litro de gasolina en Bolivia es de casi 50 centavos de dólar, cuando en otros países de la región supera los 2 dólares; este beneficio no solo alcanza a las familias bolivianas, sino también al sector empresario privado, al reducir sus costos de producción y de transporte principalmente el sector agropecuario con la subvención al diésel– por ende, al reducirse los costos de producción se garantiza una estabilidad de precios en la canasta familiar de la población.

Por otra parte, la implementación de los cupos de exportación dio lugar al abastecimiento prioritario de la demanda interna, dando como resultado el abasto de productos bovinos, avícolas, derivados del maíz, etc. Al no existir escases en los mercados (como ocurre en otros países) los precios no presentan distorsiones alarmantes.

Se constituyeron fideicomisos para el sector productivo y que de esta manera exista un mayor fortalecimiento en el aparato productivo del país, no solo para provisionar al mercado interno, sino también para exportar con menores costos. El impulso de las denominadas “ferias del precio justo” facilita la interacción entre productores y consumidores para reducir las distorsiones en los canales de comercialización.

Y recientemente, la modificación al gravamen arancelario para la importación de bienes de capital, la cual mitigará las presiones inflacionarias externas. Como se podrá apreciar, son algunas de las medidas que el gobierno nacional impulsa y que no fueron trabajadas de la noche a la mañana, son estas medidas las que generan un ambiente de estabilidad económica en el nivel de precios que permite que la crisis internacional no la carguen las familias como ocurre en el resto de países.

En conclusión, el establecimiento de un Estado fuerte que presenta un rol importante en la economía dio lugar a una responsable administración económica que da como resultado un aire de estabilidad que gozan las y los bolivianos. Sin duda, debemos sentirnos orgullosos al contar con una economía envidiable ante el resto del mundo.

Elaborador por Miguel Clares economista con especialidad en economía financiera e inteligencia artificial

La estafa del paro cívico

Por: Juan José Bedregal, analista económico

Santa Cruz sufre un daño económico de $us32 millones por cada día de paro cívico. Este daño lo sufren principalmente los sectores que dejan de trabajar y percibir ingresos: transportistas, mercados, restaurantes, obreros que no llegan a sus fuentes de trabajo, pequeñas y medianas empresas que no pueden sacar su producción ni reciben a sus trabajadores. Ellos cargan con el peso de dejar de percibir ingresos por un día.

Del otro lado de la vereda, las grandes empresas no paran, y los medios de comunicación tampoco. El agronegocio sigue abasteciendo a sus mercados del interior y exterior del país, las grandes cadenas de supermercados se benefician subiendo sus precios con la histeria colectiva del “abastecimiento para el paro”, lo mismo que las telefónicas, los bancos y otras entidades financieras. Red Uno, perteneciente a la familia Kuljis, no para; tampoco Unitel, propiedad del clan Monasterios; los Rivero Jordán, dueños de El Deber, no acatan el paro cívico; las empresas del gobernador Fernando Camacho, como Sofía o la aseguradora Nacional Vida, tampoco dejan de trabajar.

Las logias del Comité Cívico cruceño no acatan el paro que ellos mismos convocan: los Marinkovic, los Nayar, los Matkovic, los Cochamanidis y los Larach, entre otros clanes familiares que manejan la dirigencia cívica por generaciones, mantienen sus empresas operando mientras el brazo paramilitar del Comité, la tristemente célebre Unión Juvenil Cruceñista, hace cumplir el paro a costa de violencia y amedrentamiento a la población.

Así como las grandes empresas no paran, sus dueños tampoco dejan de percibir ingresos. El perjuicio económico es absorbido por las familias más pobres, micro y pequeñas empresas, gremiales y transportistas. No es de extrañar que crezca el descontento en estos mismos sectores que, tras una racha de 6 paros cívicos cumplidos a medias entre 2021 y lo que va del 2022, ven mermados sus ingresos diarios por dictamen de una cúpula que no sacrifica un centavo.

Esta estafa se encubre atrás de discursos chauvinistas que exaltan a la región por encima del país y llaman a “asumir el sacrificio” en pos de las más vagas entelequias. Frases como “hoy la historia nos llama a luchar”, “siempre libres cruceños seamos”, o “la región que más aporta al país”, son utilizadas frecuentemente por los medios de comunicación para instalar la matriz discursiva del paro cívico, matriz que se condimenta en las redes sociales con un fuerte contenido racista y regionalista.

Estos chauvinismos se reproducen por los medios y redes en los días de paro mostrando las “ollas comunes” costeadas por los cívicos en las rotondas de la urbe cruceña, pretendiendo mostrar solidaridad para encubrir la estafa. A esto se suma la multiplicidad de casos de agresiones de la “Unión Juvenil” contra deliverys, transportistas y ciudadanos que deciden salir a buscar el sustento diario por encima de la dictadura cívica; los recientes casos de trabajadores obligados a quedarse en casa o instalar puntos de bloqueo durante el paro cívico, para luego tener que reponer esas horas durante las siguientes jornadas laborales.

¿Es justo que miles de familias sacrifiquen su sustento diario mientras los grandes empresarios no dejan de facturar ni por un minuto? ¿Es justo renunciar a las tres comidas del día a cambio de una olla de majadito, mientras los logieros y comparseros hacen churrasco y engordan tras las paredes del Comité Cívico? ¿Cuántas veces más cargarán las familias cruceñas con los $us32 millones que cuesta cada día de paro cívico?

El séquito del Ekeko neoliberal

Por: Mike Gemio, máster en Gestión y Políticas Públicas, y doctorante en Desarrollo y Políticas Públicas.

La Paz, 2 de agosto de 2022

Muy suelto de cuerpo, el economista Gonzalo Chávez ha estado comentando en diferentes medios de comunicación que el Gobierno ha “vendido” una nacionalización de fantasía a todos y que la realidad económica que vivimos se debe a un balance cuántico cuasi-perfecto, combinado con una especie de mercado benefactor, extrañamente solo para el caso de Bolivia. Sabemos que el mercado, las veces que tiene mejores precios en un determinado producto, beneficia a todos los países que lo producen; y como todos ya han visto, la realidad es que no todos los países, que se encuentran produciendo el mismo grupo de productos que Bolivia, tienen los destacados indicadores económicos como los de nuestro país.

“Necesitamos lo que “predica” don Gonzalo (Chávez) en sus “magistrales clases”, dinamismo financiero y no el sedentarismo de recibir comisiones por no hacer nada y de paso reclamar que la coyuntura no les ayuda, pero de eso nuevamente, silencio”

La nacionalización, a los bolivianos nos ha dado grandes resultados, especialmente en lo social y en lo inclusivo, que es lo que menos le parece interesar a Chávez. Bolivia, a través de su modelo económico, ha sacado en los últimos 10 años a casi 3,5 millones de personas de umbrales de pobreza, cerca al 30% de su población; y sigue en una carrera sin precedentes, ya que para la última gestión medida los reportes han sido los más bajos que se han alcanzado.

La realidad de los años 90, desde luego, no ha sucedido por arte de magia (me refiero a los índices alarmantes de pobreza que en la actualidad han cambiado), los recursos han estado en Bolivia o fugando de ella en manos de unos cuantos, eso no se dice a viva voz por conveniencia de un buen número de generaciones o a sus defensores que se beneficiaron de este contexto. Esa desigualdad se desenmascaró para cuando se presentaron algunos datos, donde para antes de 2006 la gente más ostentosa del país era 128 veces más rica que el decil más pobre, esta brecha se ha disminuido considerablemente, pero aún queda mucho por hacer desde una visión progresista como tiene el Estado boliviano.

El cherry de la torta, como diría mi colega Chávez, acostumbrado a la mezcla del lenguaje de calle con el académico para mostrarse como un buen consumidor de ají de fideo, es en definitiva el Sistema Integral de Pensiones, y es que las Administradoras de Fondos de Pensiones han logrado manejar una cartera de inversiones que bordea ya los $us 23.000 millones, alcanzando aproximadamente la mitad del PIB boliviano, y constituyendo más de cinco veces las reservas internacionales, cuatro veces la inversión pública que hace nuestro país en un año.

Preocupado por el tiempo que se ha demorado en la articulación de una empresa pública, no le ha dado la mirada al lado de los otros “cuates” para ver si tienen listas las bases de datos del proceso de migración, para ver si de verdad “colaboran” como buenos “administradores” y están dispuestos a compartir “su información” que, dicho sea de paso, es la de la historia laboral de los bolivianos, la de la administración de las cuentas de las cuales ellos no son propietarios, sino como su nombre lo dice: “administradores”. Y si vamos más allá, y escuchamos sobre las malas lenguas que aseguran que el Dios de la abundancia neoliberal les ha dado la capacidad salarial de adquirir un vehículo 0 kilómetros por mes a los ejecutivos extranjeros que están al mando de las administradoras, que no residen en nuestro país, o finalmente cuáles fueron las actuaciones de Áñez y su gobierno para que la Gestora desaparezca y no administre nada, dejando nuevamente desprotegidos nuestros recursos. De eso “¡nada, waway!”

Los rendimientos que tienen los recursos que tenemos en las AFP se han vuelto hasta irrisorios y esos recursos tienen la capacidad de poder financiar desde una nueva Santa Cruz hasta un golpe de Estado y a cuanto defensor quiera unos pesitos, las dimensiones de la cartera de inversiones para nuestro país son inmensas e importantes, y desde ya nos merecemos mejores rendimientos, mejor información, mayor alcance, que las de un depósito a plazo fijo en cualquier entidad del sistema financiero. Necesitamos lo que “predica” don Gonzalo en sus “magistrales clases”, dinamismo financiero y no el sedentarismo de recibir comisiones por no hacer nada y de paso reclamar que la coyuntura no les ayuda, pero de eso nuevamente, silencio.

Los bolivianos, a finales de los años 90, hemos contratado un servicio que haga crecer nuestros ahorros con inversiones y acciones de orden financiero, esto ha descendido de, para el caso de Futuro, 11,9% a 1,52% en su punto más bajo anual; mientras que para la “plata” que nos cobran por administrar nuestros recursos, reflejados en sus utilidades, estos no han dejado de incrementarse. De Bs 14,3 millones que obtuvieron en 2010 a 68,9 millones para 2021. Negocio redondo para unos cuantos, desinformación para otros muchos.

De la privatización a la nacionalización

Por: Fernando Chuquimia, especialista financiero.

La Paz, 29 de julio de 2022

El proceso de privatización efectuado durante el periodo 1985- 2005, se dio mediante la nueva política económica en Bolivia (neoliberalismo), que marcó el inicio de un sistema político, económico y social fundado en la eliminación del Estado productivo. El periodo neoliberal se gestionó a través de varios gobiernos, a objeto de aplicar la privatización y la llamada capitalización, donde descaradamente uno de sus gestores (Samuel Doria Medina) señalaba que la privatización de las empresas públicas “es un proceso revolucionario que permite generar empleo, posibilita inversiones y genera recursos para proyectos sociales”.

Las reformas neoliberales dieron paso a la enajenación sin precedentes en el país, abarcaron las empresas productivas y de servicios, y se extendieron a los recursos naturales, dicha enajenación se concretó mediante la privatización, capitalización y cierre, aspecto que implicó la activación de varias modalidades, como la venta de empresas en marcha y de paquetes accionarios, así como la concesión de mercados y servicios públicos, fortaleciendo el capital privado en desmedro del Estado.

El perjuicio ocasionado al país golpeó duramente a las compañías estatales estratégicas: Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado (ENFE), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y la Empresa Metalúrgica Vinto (EMV), que adicionando otros gastos por concepto de financiamiento, el importe total del daño económico es de $us 10.049,08 millones (2002), monto que al ser actualizado asciende a $us 22.051,70 millones.

Al respecto, la Comisión Especial Mixta de Investigación de la Privatización y Capitalización presentó en 2019 su informe final, en el cual expone que hubo una red de poder de la enajenación, conformada por una gran cantidad de personas que participaron en este proceso, identificándose autoridades públicas y empresarios privados, entre ellos, Víctor Paz Estenssoro, Gonzalo Sánchez de Lozada, Jaime Paz Zamora, Hugo Banzer Suárez, Samuel Doria Medina, Ronald MacLean Abaroa, Raúl Garafulic Gutiérrez, Gonzalo Chávez Álvarez, Carlos Mesa Gisbert, entre otros.

Por otra parte, a partir de 2006 se instaura el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), el cual parte de un diagnóstico de los errores del modelo neoliberal para contraponer una nueva política, es decir la antítesis como respuesta de política económica. En este sentido, con la nacionalización el Estado retoma el control de los recursos naturales de los sectores estratégicos como los hidrocarburos, minería, electricidad y telecomunicaciones, para beneficiar a los bolivianos, en lugar de las empresas transnacionales, medida de gran impacto que cambió estructuralmente al país, devolviéndole el patrimonio colectivo al pueblo boliviano.

Es importante resaltar que el MESCP es un modelo diseñado por bolivianos y para los bolivianos, fue construido sobre la realidad socioeconómica del país, además es desarrollado y aplicado por profesionales bolivianos. Se basa en cuatro pilares fundamentales: crecimiento y desarrollo con base en el aprovechamiento de los recursos naturales; el Estado se apropia y redistribuye el excedente económico que generan los sectores estratégicos; modelo redistribuidor del ingreso, cuyo excedente económico se reasigna a otros sectores de la economía y a la población con escasos recursos; y reducción de la desigualdad social y la pobreza.

Finalmente, con la aplicación del MESCP los resultados fueron favorables hasta antes de la ruptura del orden constitucional y la toma de mando del gobierno de facto, obteniendo como logros: crecimiento económico sostenido, reducción de la deuda externa, inflación controlada, bolivianización de la economía, solidez del sistema financiero, nivel de ejecución alta de inversión pública, reducción de la pobreza, disminución del desempleo y de la desigualdad económica. Asimismo, y dando continuidad a políticas enmarcadas en el MESCP y a la cabeza del presidente Luis Arce Catacora, Bolivia está retornando a la senda del crecimiento con indicadores económicos positivos, que son destacados por organismos e instituciones internacionales.

Señor Alcalde, señor Gobernador, ¿y las obras para cuándo?

Por Wilmer Alavi Argandoña, analista financiero

La Paz, 27 de julio de 2022

Sin darnos cuenta ya somos adultos. Un día estuvimos tranquilos en el colegio y hoy pensamos qué estudiar, dónde trabajar e incluso en el futuro qué le vamos a ofrecer a nuestras familias. Tenemos tantas necesidades en nuestra ciudad, desde hospitales, escuelas, carreteras, seguridad, empleo, etcétera. Nuestros alcaldes y gobernadores siempre nos dicen lo mismo: ¡no hay presupuesto!, ¡no hay recursos!, y ¿si se prestaran? Hay obras que son muy importantes.

Las alcaldías, gobernaciones, también conocidas como Entidades Territoriales Autónomas (ETA), tienen diversas opciones para financiar sus obras. Desde préstamos de distintas instituciones hasta recursos que no tienen que ser devueltos poniendo únicamente un pequeño aporte (contraparte local). Actualmente, se tienen dos opciones principales de financiamiento a las que se pueden acceder: los préstamos y los convenios de contraparte local, sin descuidar los controles que existen a la cantidad de endeudamiento de las ETA que se deben cumplir para evitar posibles sobreendeudamientos.

A diferencia de un préstamo, que involucra la devolución de recursos con intereses, una contraparte local son recursos que no se devuelven a cambio de un mínimo aporte que las ETA hacen para financiar sus obras.

Las ETA pueden prestarse de diversas instituciones públicas facultadas para hacerlo, tales como los bancos e incluso a través de la Bolsa Boliviana de Valores. Uno de los acreedores más importantes de las ETA es el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), un banco público que financia proyectos de desarrollo productivo y social a bajas tasas de interés.

También se puede acceder a recursos asumiendo contrapartes locales, para lo cual el Estado cuenta con instituciones públicas que administran recursos y así se apoya el financiamiento de obras que ayuden al desarrollo de las ETA, como por ejemplo el Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS), el Fondo Nacional de Desarrollo Integral, el Fondo Nacional de Desarrollo Forestal, entre otras que se concretan con la firma de convenios intergubernativos.

A la fecha, una de las opciones de financiamiento mediante préstamo para las ETA es el Fideicomiso de Apoyo a la Reactivación de la Inversión Pública (FARIP), con el cual se pueden prestar recursos para concluir obras que fueron paralizadas. Este fideicomiso fue creado con Bs 2.000 millones, a los cuales todavía se pueden acceder. Todas las ETA interesadas pueden acudir al Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo o al FNDR para obtener más información.

Las ETA también podían acceder al Fondo Concursable de Inversión Pública Productiva (FOCIP) para financiar proyectos agrícolas (como la producción de trigo, papa, cebolla, etc.), así como la producción de prendas de vestir, carpintería, manufactura y otros emprendimientos o proyectos de industria nacional. Para este fondo se asignaron Bs 1.500 millones que son administrados por el FPS, adonde nuestros alcaldes o gobernadores pueden acudir.

Si bien se puede pagar algunas obras con préstamos o también con contrapartes locales, es importante saber que endeudarse demasiado no es bueno. Actualmente existen controles al endeudamiento de las ETA, por ejemplo, antes de firmar un contrato de préstamo o un convenio intergubernativo, se verifica que el indicador de servicio de la deuda y el valor presente de la deuda total no superen sus valores máximos establecidos en la Ley 2042, que son calculados por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

Tanto la forma de cálculo de estos indicadores como el procedimiento y los requisitos que se deben presentar ante el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas están detallados en la Resolución Ministerial 307.

Existen diversas alternativas para financiar obras en favor de la población, solo mencionar los Bs 3.500 millones que se asignaron al FARIP y al FOCIP, sin olvidar a la variedad de instituciones públicas que pueden asesorarnos en el camino. La administración de los recursos públicos debe ser transparente y responsable, precautelando la salud financiera de las ETA, por ello es importante cumplir con los controles que existen a la cantidad de endeudamiento.

Albertina y el mar (de memes)

La reconocida tiktoker recientemente incursionó en la música urbana.

Por: Juan José Bedregal, economista

En los últimos días se ha desatado una polémica en torno a la tiktoker Albertina Sacaca y las tarifas que cobraría por publicidad en redes sociales. El mar de publicaciones y memes surgido desde entonces abriga mucha hipocresía y clasismo. Además, puede verse desde tres perspectivas: como producto del marketing de redes sociales, como evento sociológico y como hecho político. Vamos por partes.

Primeramente, en una dimensión de análisis económico, todo lo que hace el ser humano hoy en día se puede comerciar. Así funciona el mercado: todo lo que publicamos, hacemos y decimos en redes sociales, tiene un valor comercial.

Existen en internet una gran cantidad de herramientas gratuitas y de pago para estimar el valor publicitario de cualquier cuenta en una red social. Esta página tiene un valor comercial y el lector de estas líneas también lo tiene. No hay porqué sorprenderse por que los influencers moneticen el valor comercial de lo que hacen, al fin y al cabo para eso existen las redes sociales. Nunca fueron un medio de entretenimiento libre y gratuito; siempre fueron un mercado.

En segundo lugar, muchos usuarios mostraron molestia porque la cuenta de Albertina puede facturar más que lo que sus seguidores ganan en un mes, mientras por otro lado aplauden, admiran y siguen a modelos, presentadores y otro tipo de farándula en la TV y redes sociales.

El clasismo subyacente en muchos de estos posts ha revelado una suerte de indignación por el hecho de que la cuenta de una chica de origen quechua también cotice en redes sociales y termine valiendo más que lo que ellos hacen a diario.

En un contexto en el que la humildad también puede ser un bien transable, estos usuarios sienten que “se rompe la ilusión”, exigiendo indignados la devolución de las interacciones invertidas en Albertina y sus cuentas. Las redes no funcionan así; de acuerdo al algoritmo, mientras más se hable de Albertina (para bien o para mal), el valor comercial de sus cuentas crecerá aún más. Del otro lado de las formas están Anabel Angus o Ale Pinedo, cuyos contenidos en redes sociales personalmente me parecen basura; pero después de varios y mucho más sonados escándalos, siguen ahí cotizando y ganando dinero a costa de sus haters. Lo mismo va a ocurrir con Albertina.

Por último está la dimensión política del tema. La romantización de la pobreza es una herramienta más de desideologización y despolitización de la clase trabajadora. En este sentido, Albertina Sacaca es sólo un producto más, una marca creada por su “manager”, que no es ni pobre ni campesino. El manager de Albertina, Milton Paniagua, es un conocido operador de redes sociales al servicio de colectivos de clase media alta vinculados al golpe de Estado de 2019. En una visión más amplia, el producto llamado “Albertina Sacaca” contribuye a sostener el ideario del “indígena bueno” que se mantiene fuera del debate político, que no interpela ningún privilegio de las clases medias y altas que consumen ese producto, y que más bien se hace parte de ellas a través de una falsa meritocracia. Para muestra, basta con ver las participaciones de la influencer en la FEICOBOL de Cochabamba, en espacios exclusivos generalmente reservados a la crema y nata del jet set cochabambino.

Albertina representa, en esta dimensión, todo lo que el clasismo conservador urbano quisiera ver en los indígenas: folclore, ternura, sonrisas, sin rebeldía, sin cuestionar ni un poquito al sistema que hace que una chica quechua tenga más oportunidades haciendo vídeos en tiktok, que estudiando una carrera profesional.

A manera de corolario, el lector que llegue hasta aquí, si reacciona, comenta o comparte esta nota, debe tener en cuenta que está incrementado el valor comercial de Economía y Más en medio centavo más o menos. Así es, el mercado está presente incluso aquí, y todos somos productos desde que creamos una cuenta, nos guste o no.