INDUSTRIA DEL MEDICAMENTO EN BOLIVIA INVIRTIÓ $US 500 MILLONES EN INFRAESTRUCTURA, TECNOLOGÍA Y CONOCIMIENTO
La Paz, 01 de junio de 2024 (Economía y Mas).- Desde la puesta en marcha de la Norma de Buenas Prácticas en Manufactura (BPM), a inicios de los años 2000, la industria farmacéutica en Bolivia asumió retos e inversiones para aprovisionar de medicamentos a la población boliviana, potenciaron sus plantas productivas invirtiendo alrededor de $us 500 millones en la construcción de nuevas infraestructuras y en la adquisición de equipos de alta tecnología para incrementar y generar nuevas líneas de producción.
“Se construyó infraestructura y se adquirió equipos de alta tecnología con una alta inversión. También se invirtió en recursos humanos, en personal que pudiera operar los equipos y asimilar la tecnológica que se implementó. De ahí que, en una evaluación muy general de la industria farmacéutica, se puede afirmar que desde el año 2000 se invirtieron más de 500 millones de dólares”, señala el gerente de Cifabol, Josip Lino.
De acuerdo con la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol), a esa inversión se suma la realizada en conocimiento y la capacitación de recursos humanos en el manejo de la alta tecnología en laboratorios y farmacia que se adquirió.
El representante del rubro farmacéutico boliviano remarcó que su sector sigue encaminado en ese proceso de crecimiento y modernización, dispuesto a seguir invirtiendo, “porque el conocimiento en materia de salud y farmacéutica avanza todos los días”.
La industria farmacéutica boliviana cuenta al menos con 23 empresas que compiten en el mercado. 17 están asociadas a Cifabol entre laboratorios Vita, INTI, Bagó de Bolivia, Cofar, Alcos, Albus, Valencia, Delta, Febsa, Farcos, Lafar, IFA, Ifarbol, Laqfagal, Praxair y Alfa son parte de la entidad privada.
Apegadas a la política nacional de medicamentos, estas industrias elaboran al menos el 45% de los medicamentos que demandan los establecimientos de salud públicas y de la seguridad social para atender a la población.
“Somos un sector altamente regulado por la naturaleza de lo que producimos. Los medicamentos están sujetos a diversa normativa porque deben cumplir con calidad, seguridad y eficacia”, afirmó Lino.
En Bolivia, la regulación a la industria del medicamento está encabezada por la Ley del Medicamento y una lista de al menos 50 normas, reglamentos, manuales, guías, entre otros.
“La normativa apunta a efectuar los controles y la verificación de que todos los pasos y requisitos exigibles se cumplen. Esto pasa por el control y verificación a las infraestructuras, equipos y personal”, explicó el gerente de Cifabol.
En Bolivia, la producción de la industria del medicamento está concentrada en la demanda que generan las enfermedades prevalentes en el país (cardiovasculares, respiratorias, coronarias, renales, diabetes). Elabora antinflamatorios, antivirales, cardiológicos, entre otros, en presentación de comprimidos, jarabes y soluciones (sueros), entre otros.
El sector produce alrededor del 45% de los medicamentos que forman parte de la Lista Nacional de Medicamentos Esenciales, que las autoridades en salud actualizan y aprueban cada dos años.
Lino explicó que el restante 55% de esos fármacos son importados. Sin embargo, remarcó que la industria farmacéutica nacional, con su actual capacidad instalada, está en condiciones de elaborar hasta un 70% de la nómina de esenciales.
Añadió que a partir de alianzas puede producir fármacos oncológicos, hormonales, retrovirales y vacunas, entre otros.
“Propusimos avanzar en proyectos de tecnología, generando centros de innovación en alianza con el Gobierno, las universidades y otros, para producir en el país medicamentos oncológicos, por ejemplo. Se necesita una alianza, porque la industria del medicamento no puede enfrentar sola esos esfuerzos. Nosotros podemos colaborar con el conocimiento y experiencia”, remarcó.
Lino reconoció que, para la producción de algunos medicamentos, sobre todo oncológicos, se requiere de una alta tecnología.
El representante destacó que, desde la pandemia, el sector comenzó a producir antivirales. Al haber ampliado su línea de producción, fortaleció la confianza de laboratorios extranjeros, que ahora le confían la producción de sus medicamentos, señala una nota de prensa.