Pérdidas por el paro cívico totalizan $us200 millones al 27 de octubre
Al iniciar el sexto día de paro cívico en la ciudad de Santa Cruz, se cuantifica que las pérdidas ya superan los $us200 millones, equivalentes a 6 meses de exportaciones agropecuarias. El analista económico Juan José Bedregal considera que “las pérdidas por el paro se distribuyen de manera desigual, afectando más duramente al bolsillo de los más necesitados”.
Según estimaciones oficiales, Santa Cruz pierde $us37 millones por cada día de paro cívico. Al sexto día de esta medida, las pérdidas alcanzan a más de $us222 millones. Según el economista Juan José Bedregal, esta cifra equivale a más de la mitad de las exportaciones del sector agropecuario durante todo el año 2021, que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), alcanzaron a $us428 millones. “El paro cívico ya se comió 6 meses de exportaciones de productos agropecuarios”, sentenció el profesional.
Durante los últimos días, se conoció que, a pesar del radicalismo con que los grupos afines al Comité cívico cruceño aplican el paro en diversos sectores de la urbe, las empresas privadas que financian al Comité tienen “permisos de circulación”: ese es el caso de la Avícola Sofía y la Cervecería Boliviana Nacional. Más aún, las empresas privadas vinculadas al agronegocio continúan transportando sus productos con normalidad hacia la frontera.
Sobre este punto, Bedregal considera que los más afectados con el paro son las familias más necesitadas. “El departamento de Santa Cruz tiene el índice de desigualdad más elevado del país; eso implica que, al igual que los ingresos, las pérdidas se distribuyen de manera más desigual que en otras regiones del país. Las pérdidas del paro cívico son asumidas con mayor fuerza en los hogares más necesitados”, señaló.
Los reportes de prensa constatan que las grandes empresas agroexportadoras no paran, y los bancos y supermercados tampoco paran. Es más, en los llamados “días de abastecimiento” se han denunciado casos de agio, ocultamiento y especulación, y en los puntos de bloqueo se cobra por el paso a transportistas, mototaxis y familias. “Esto configura una situación mucho más difícil para los más pobres. Las familias de los cívicos, comparseros y logieros pueden pasarse el día en casa y salir a jugar poker en la calle, posar para las fotos en El Deber, pero ese panorama no refleja la vivencia de las grandes mayorías perjudicadas por unos pocos”, finalizó el analista.